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Residencias caninas: ¿qué debes saber para asegurarle a tu perro una buena estancia?

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Perro en un campo de lavanda

Las residencias caninas son centros especializados para el hospedaje de perros. Por su parte, los cuidadores son personas que se hacen cargo de uno o más perros, a veces a título personal o porque trabajan con una empresa del sector. Vamos a analizar y a explicar las dudas que hay alrededor de estas dos figuras.

Tanto las residencias para perros como los cuidadores son opciones válidas para aquellos dueños que les resulte imposible cuidar de su mascota durante un tiempo determinado. No obstante, hay que saber con quién se deja al peludo, tanto si se opta por un cuidador de perro o por una residencia canina. Te explicamos en qué hay que fijarse para quedarte tranquilo al dejar a tu perro.

Cómo son las residencias caninas

Las residencias caninas están creciendo en España desde los últimos años. Y es que, según los últimos datos publicados, casi el 40% de los hogares españoles tiene un perro por mascota. Es de imaginar que, muchas de estas familias no podrán hacerse cargo del animal durante todo el año y que, ya bien por vacaciones o diversas circunstancias, tendrán que dejar al perro con un tercero.

Ahí entran tanto las residencias para perros como los cuidadores. En lo que se refiere a las residencias caninas hay varios factores a tener en cuenta. Por un lado, si la residencia es buena, se supone que deben contar con personal especializado, como veterinarios, cuidadores profesionales, adiestradores… Por lo que, si algo le sucede al perro y sufre algún accidente, el centro administra directamente la asistencia sanitaria en vez de tener que transportar al animal al centro veterinario.

Este sistema cuenta con una serie de ventajas

Dos galgos sobre sofá de madera

Aun así, hay varios aspectos que hay que observar antes de meter a un perro en una residencia canina. Es importante saber si el centro usa jaulas y, especialmente, qué tipo de jaulas. Está más extendido de lo que debería el uso de jaulas que no permiten la visión entre perros o que no cuentan con un buen resguardo contra el clima.

Si el perro se va a quedar en la residencia durante el invierno es importante la calefacción. También es recomendable saber si el animal podrá comer su propia comida, la duración de los paseos o si el perro estará vigilado durante su tiempo de esparcimiento.

Aunque esto puede variar según el centro, es habitual que las residencias para perros se hagan cargo de una gran cantidad de animales, lo que les obliga a tener jaulas o patios con muchos perros. Esto puede suponer un problema para un perro con fobia social o con algún problema al relacionarse con otros.

El ruido y, especialmente la privación de libertad puede estresar a un animal en la residencia canina. Los boxes comunes donde se alojan los perros tienen que tener un mínimo de 15 metros. Si se trata de jaulas individuales, deberían tener un tamaño mínimo de 5 o 6 metros.

Una situación estresante para el perro que se puede dar en la residencia es estar en una jaula en la que huele y oye a otros de su especie, pero no los ve, ya que hay jaulas que no permiten la visión entre perros. Es bastante común que esto suceda.

Estos problemas se pueden solucionar si se visita el centro antes de dejar al animal y se sabe lo que hay que mirar. Lo recomendable es llevarse al peludo también para que empiece a conocer el sitio. Generalmente, la gran desventaja de las residencias para perros es que el gran tamaño de huéspedes impide que cada perro reciba un trato más personal.

Cuidadores, ventajas y desventajas

Por otro lado, esta esa alternativa a las residencias caninas que son los cuidadores. Normalmente, la crítica que se le hace a estos trabajadores es que no son profesionales y solo gente que quiere sacarse un dinero. Es una crítica que puede ser verdad, siempre y cuando no se acuda a un lugar profesional.

Un buen cuidador puede ofrecer un trato personalizado a tu perro y mantenerte en contacto con tu mascota más de lo que podría una residencia canina. En Snau contamos con nuestro sistema de alojamiento a través de los Snauers. Este servicio cuenta con una cartera de cuidadores que han sido seleccionados previamente y formados por nosotros para saber cómo cuidar a un perro y cómo reaccionar ante diferentes situaciones.

Cruzamos tus datos y los de tu perro en nuestra base de datos para encontrar al cuidador o snauer que más se adapta a tus exigencias y a las necesidades de tu peludo. Contar con un snauer puede brindar diversas ventajas:

  • Trato personalizado: lo más difícil de conseguir en una residencia canina. Al tratarse solo del snauer y tu perro, este recibirá toda la atención que necesite. Además, el cuidador solo acogerá a más perros a la vez si tú lo permites expresamente.
  • Alimentación particular: otra ventaja que ofrece el trato personalizado de dejar a tu perro con un snauer es que, si tu perro tiene alguna necesidad especial, no habrá problema en cubrirla. Lo más común es que el perro necesite una alimentación concreta. Podrás dejar su comida al cuidador y le dará de comer lo qué tú digas y a la hora que digas.
Perro durmiendo plácidamente
  • Contacto día a día: El snauer se compromete a enviarte fotos y vídeos de tu mascota diariamente a tu teléfono móvil. De esta forma estarás tranquilo al ver que tu perro está bien. Además, podrás ver las actividades que realiza. También dispondrás del número de teléfono del cuidador para tener un contacto directo en el caso de que surja alguna duda o simplemente quieras contactar con él o ella.
  • Paseos de 45 minutos: Snau también se compromete a que los cuidadores den paseos de 45 minutos a tu perro. Normalmente, mandan fotos y vídeos de esta actividad para que el dueño vea que su mascota está contenta y de paseo.
  • Cobertura civil: cuando contratas este servicio para tu perro, el animal pasa automáticamente a nuestro seguro de responsabilidad civil. En el caso de que haya algún accidente durante la ausencia del dueño, como que el perro muerda a alguien, el incidente estará cubierto por nuestro seguro y no te afectará ninguna acción legal.
  • Una desventaja real que podrían tener los cuidadores es que, ante una emergencia médica, el veterinario no está con ellos, cosa que no pasa en las residencias para perros, donde deben disponer de personal veterinario. Sin embargo, esto no pasa con el servicio de alojamiento de Snau, ya que el Snauer tiene el contacto del veterinario del perro y acceso a nuestra base de datos donde aparecen centros veterinarios de emergencia, para que llame al más cercano.


Combatiendo la ansiedad por separación

La ansiedad por separación es un problema que afecta a algunos perros más que a otros. Depende especialmente de cómo se haya criado el perro, aunque, en algunos casos, parece que la raza influye en este tipo de ansiedad.

El animal puede actuar de manera diferente cuando se le recoja del lugar en el que se le haya dejado durante la ausencia del dueño o dueña. Puede mostrarse excitado o en algo abatido. Esto es lo que se llama síndrome post estancia, la consecuencia de la ansiedad por separación. No siempre ocurre, pero en caso de que se produzca, se resuelve en un par de días. Sólo hay que actuar con normalidad para que el animal se adapte nuevamente a la rutina.

Sin embargo, hay factores que influyen en si el animal va a padecer ansiedad por separación o en qué grado la va a sufrir. Esta es una de las razones por la que en Snau se considera importante la relación cuidador/dueño/perro y su contacto diario.

Intentamos que la ansiedad del perro ante la separación de su amo sea más leve, ya sea porque el animal pueda escuchar la voz de. Esto tipo de trato de puede hacer gracias al servicio personalizado que ofrecen los cuidadores de Snau.

¿Son las residencias caninas más caras que los cuidadores?

Perro west highland terrier sobre camita negra junto a manta

Aunque lo más importante es el bienestar de la mascota, el factor económico tampoco debe olvidarse. El precio de las residencias caninas puede variar entre un centro y otro. Podríamos situar el precio medio de las residencias entre los 20 y 30 euros. Algunos factores como días festivos, el uso de calefacción o pedir un único chenil (tipo de jaula) para que el perro esté solo puede aumentar el precio.

Como ya hemos dicho, cada centro tiene sus propias tarifas. Por su parte, los cuidadores pueden también variar sus precios, aunque suelen ser un poco más baratos. En el caso del servicio con snauers, el precio medio suele rondar los 15 euros.

¿Se adapta el perro más fácilmente a la residencia canina o al cuidador?

Como siempre, todo depende en gran parte de la personalidad del perro. Sin embargo, sí hay factores que pueden ayudar a que el animal se sienta más cómodo. Como ya hemos dicho antes, el problema principal de las residencias caninas es que el ambiente está “más transitado”. Es decir, hay muchos perros, muchos olores y ruido y, aunque no tendría por qué ser un problema (menos los cheniles que no permiten la visión, como hemos dicho antes) el perro podría llegar a agobiarse si es de los tímidos o ansiosos.

Además, en las residencias todos los perros suelen comer la misma comida, que es el pienso con el que trabaje la residencia. Esto modificará las costumbres alimenticias de tu perro. No debería de ser un problema muy grave siempre y cuando tu mascota no tenga necesidades alimenticias especiales.

Todo esto, sumado a la ausencia del dueño, que puede producir en el animal la conocida ansiedad por separación, puede crear un alto nivel de estrés en el animal.

La estancia con un snauer permite que tu perro tenga un servicio muy personalizado. Esto hace que reciba el cariño de una persona (que, además, habrá conocido antes de su estancia, ya que lo normal es visitar la snauer con el perro antes de la marcha del dueño). Además, el animal contará con sus juguetes, su collar, su bozal, su cama y todo lo que necesite.

¿Qué debe tener una residencia canina?

Como hemos dicho más arriba, cada vez hay más residencias caninas en España. Pero esto no significa que todas sean adecuadas para hospedar perros de manera cómoda e, incluso, legal. Por eso es importante asegurarse de varias cosas antes de dar el paso y dejar a tu mascota en cualquier centro.

Toda residencia legal debe contar con un núcleo zoológico, que es una licencia obligatoria que concede el departamento de bienestar y salud animal de cada comunidad autónoma. El problema de esto es que, aunque la residencia canina cuente con esta licencia, puede que el centro ya no esté capacitado para el hospedaje de perros. Esto se debe a que no todas las comunidades autónomas de España someten a estos centros a inspecciones periódicas. Por eso, aunque en su momento la residencia fuera óptima para los animales, puede que, en el momento de dejar a tu perro, ya no lo sea.

La residencia canina debe contar con una buena ventilación e intercambio de aire. No respetar esto y afinar a muchos perros en un único espacio puede conllevar una traqueobronquitis infecciosa. Una enfermedad y grave para los perros.

Perro mirando al techo

Como hemos señalado antes, es importante que la residencia cuente con una calefacción en el caso de que el alojamiento se haga en invierno.

Debe haber una salida de drenaje para que la limpieza sea más fácil. Un mal drenaje suele ser una señal de que el centro no cuenta con una buena condición higiénica. El sistema de drenaje debe ir acompañado de unas rendijas para que los perros no metan las patas en el sistema.

Además del drenaje, las paredes no deben estar hechas de materiales porosos. Los huecos que producen las porosidades son difíciles de limpiar, lo que permite la proliferación de parásitos y bacterias.

Una residencia canina debe contar con un gran espacio de esparcimiento para que los perros puedan corren sin agobiarse entre ellos. Además, las jaulas deberían ser individuales y permitir la visión entre animales. Olerse y oírse, pero no verse es estresante para los perros.

Las jaulas deben mantenerse a una buena temperatura además de estar a la sombra. También deberían tener un techo que proteja al animal de las inclemencias del tiempo.