EL ALOJAMIENTO PERRUNO de Samy, un cocker especial


perro y cuidador
Samy con su snauer Rubén

Samy es un cocker con ciertas necesidades especiales que ha trabajado mucho para perfilar su carácter. Su dueña, Nuria y su snauer, Rubén, nos cuentan su historia.

En Snau tenemos muchísimas historias de perros y dueños. Gracias a nuestro servicio de alojamiento, podemos conocer las vidas de muchos peludos que viven en nuestra ciudad. Hoy os traemos la historia de Samy, quien es un asiduo de Snau:

Nuria caminaba por el parque de El Retiro en Madrid a su vuelta de Londres. Tenía en mente adoptar a un perro. En el parque se encontró con la mesa informativa de una protectora que, además, tenía varios perros en adopción en ese momento. Fue ahí donde encontró a Samy. Por aquel entonces, un cachorro de cocker negro con la cola muy larga, lo que llamó su atención. «Había mirado muchas razas y sabía más o menos cómo eran los cocker físicamente, por lo que me pareció muy gracioso que Samy tuviera una cola tan larga. Me lo tomé como una señal».

Este flechazo a primera vista se materializó en la adopción de Samy. De ese encuentro en el parque han pasado ya 13 años. «Samy era negro, lo que también me animó a adoptarlo. Sé que los perros de este color tienen más dificultades a la hora de ser adoptado y, a mí, ¡me encantan los perros negros!»

Según cuenta la dueña a la redacción de Snau, los primeros 3 años de convivencia fueron muy normales, pero cuando Samy comenzó a crecer, demostró tener un carácter arisco con otros perros y sentía ansiedad si la gente desconocida se le acercaba. «Creo que fue culpa mía. Mucha gente me dijo que tuviera cuidado con Samy cuando era un cachorro porque me lo podía robar. Así que no dejaba que se fuera con nadie más que no fuera yo».

Superando los miedos

Con ayuda profesional, paciencia y una dueña entregada, Samy comenzó a perder sus miedos y a empezar a fiarse de las demás personas y los demás perros. «Hubo varias cosas que nos ayudaron mucho, contamos con buena ayuda profesional. Yo me había informado mucho sobre cómo tratar su ansiedad. Hicimos salidas al campo con otros perros que le ayudaron mucho y, además, entró en nuestra vida Dhana, una galga que le vino muy bien a Samy».

Nuria aconseja que todo el mundo adopte 2 perros, ya que, en su casa, le ayudó a cambiar el comportamiento de Samy y, además, aprendió de manera más profunda la forma de ser de cada perro al ver cómo se relacionaban.

Snau entra en la vida de Samy

13 años después de que Nuria encontrara y adoptara a su cocker negro de cola larga en El Retiro, ya tenía claro que no podía dejar solo al animal. El perro era un tanto dependiente y tenía ciertas necesidades especiales derivadas de la edad. Es ahí cuando Snau entra en la vida de ambos a través de Rubén. Un snauer entregado que cuida de Samy cuando Nuria no está, y con quien sigue trabajando la ansiedad por separación del perro.

 «Con nuestro snauer Rubén estamos muy contentos. Samy está en el paraíso con él. No puede estar solo y Rubén le hace una compañía perfecta», señala la dueña.

«Samy es muy bueno, pero por la edad que tiene se ha quedado un poco sordo y su vista ya no es tan buena como antes. Aunque puede ir por sí mismo a todas partes, es un perro dependiente. Ser su cuidador me ha dado la oportunidad de ayudarle a él y a su dueña. Siento que estoy haciendo algo muy bueno por ambos», explica Rubén.

Y es que en Snau nos encanta ofrecer una solución para cada tipo de perro. 

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