Las residencias caninas son lugares que albergan a docenas de perros a la vez y que suelen utilizar jaulas. Aunque no siempre es así, nuestras mascotas pueden experimentar inquietud ante un panorama como este.
Las residencias caninas son un negocio boyante en la actualidad, aunque a nosotros no nos terminan de convencer. Debe quedar claro que no pretendemos atacar a estos negocios, pero sí que, a través de nuestras experiencias personales, hemos llegado a ciertas conclusiones.
La mayoría de residencias caninas suelen tener a muchos perros a la vez. Al menos, en el caso de una amiga que tiene una galga con problemas de ansiedad, esto le suele representar un problema bastante grave. En mi caso personal, mi perro no tenía miedo a estar rodeado de perros desconocidos, pero si le agobiaba el hecho de que le encerraran por las noches. Prueba de ello fue la herida que se hizo en el hocico por hurgar durante horas debajo de la puerta de su jaula. Además, mi pobre Teckel volvió afónico de tanto ladrar. No estaba acostumbrado a quedarse encerrado en ninguna parte.
Por este motivo, hemos recopilado nuestras distintas experiencias en las residencias caninas para aportar nuestra visión sobre las mismas. Aquí van nuestras 5 razones por las que no dejaremos a nuestros perros en estas residencias:
Estrés ambiental
Como ya hemos dicho, las residencias para perros están llenas de peludos. Puede parecer que va a ser un lugar de juegos para nuestra mascota, pero todo depende de cómo sea el perro. Si se asusta con facilidad o no le gusta juntarse de golpe con varios perros desconocidos, puede ser un auténtico quebradero de cabeza. Una situación así podría generar una gran cantidad de estrés y ansiedad en el animal.
También es necesario apuntar que muchas residencias caninas utilizan cheniles, que son conjuntos de jaulas contiguas que impiden que los perros se vean entre sí. Los perros se huelen y se oyen pero no se ven. Esto es otro factor que puede generar un gran estrés en los animales. Además, los perros encerrados en estos cheniles están a veces a merced del frío.
Otro factor estresante son las limpiezas con manguera que provoca que los perros pasen frío. Quizás esta práctica en algunos centros está cayendo en desuso, pero en las residencias tradicionales sigue pasando.
Sensación de inseguridad
Obviamente, nuestros perros no nos han contado que se sienten inseguros en las residencias para perros. Es una conclusión que hemos sacado a partir de los estudios conocidos sobre el comportamiento animal. Aunque no tanto como los gatos, los perros consiguen una sensación de seguridad a través de la rutina. Esta rutina se ve afectada cuando llega a una residencia canina, ya que ahí será un perro más y no tendrá un trato más personalizado.
Es posible que el animal experimente cambios en sus horarios, en su entorno y en su alimentación.
Al experimentar cambios radicales en sus costumbres, el perro puede llegar a sentir cierta inseguridad. Lo que también aumentaría su estrés. Si esto, además, lo sumamos a la ansiedad por separación del dueño, tenemos un coctel de tensión gratuita.
Cambios en la alimentación
Muy relacionado con el punto anterior. Si tu perro tiene un estómago de hierro, no debería de haber ningún problema. Pero si, por otro lado, tu perro tiene un estómago más delicado o cuenta con necesidades alimenticias especiales, la residencia canina puede ser un problema en este aspecto. Es normal que en las residencias todos los perros coman lo mismo.
Normalmente, no conocéis al cuidador
Todo depende del caso de cada uno. Puede que tengas un amigo que tiene una residencia canina y este conoce a tu perro. Pero, si no es el caso, estar rodeado de personas desconocidas para tu perro también es un problema para él.
Libertad reducida
La libertad de un perro se reduce en una residencia canina. Normalmente, el animal descansará por la noche en una jaula y no tendrá la libertad de salir de ella a jugar durante muchas horas. Como todo, depende como sea tu perro. Para el mío, como ya he dicho antes, es un auténtico problema, ya que está acostumbrado a moverse con libertad en su día a día.
Alternativas a las residencias caninas: Hogares de Familias
Por todo esto y porque nos preocupamos por nuestros perros, somos muchos los que buscamos una alternativa a las residencias caninas. Nos pusimos en la piel de los dueños y dueñas (lo que lógicamente nos resultó muy fácil) y pensamos en las ventajas de contar con cuidadores o, Snauers como los llamamos por aquí.
Con el servicio de alojamiento intentamos personalizar al máximo las atenciones al perro, a la vez que aseguramos un contacto dueño/perro las 24 horas del día. Nuestra intención es que el perro experimente la menor cantidad de estrés posible. Lo conseguimos gracias a que:
- 💚 El dueño y el snauer pueden mantener una conversación previa al servicio acerca de todos los hábitos y rasgos especiales del perro, con el fin de adaptar el servicio a él.
- 💛 Podrás especificar si tu perro es muy sociable y quieres que esté con otros (siempre en un hogar), o todo lo contrario, si prefieres que no tenga más compañía canina.
- 💚 Se mantiene la alimentación del perro, ya que el snauer contará con indicaciones previas del dueño/a, además de un contacto directo por teléfono por si alguna de las dos partes tiene una duda.
- 💛 El animal estará en una casa, con una familia y en un ambiente en el que se respetará sus costumbres para no romper totalmente con su rutina.
- 💚 Se respetarán sus horarios de comer, salidas, etc que el dueño/a señale.
- 💛 Podrá tener sus propios juguetes, su cama, etc., para que se sienta como en casa.
- 💚 ¡En ningún momento tu peludo estará dentro de una jaula!
El trato personalizado es lo que más valora un dueño o dueña cuando deja a su mascota en las manos de otra persona. ¡Y además, recibirás a diario fotos de tu cuatro patas para que veas lo bien que lo pasa!