Max es mucho más que el protagonista del anuncio del año. Su vida es una historia de superación e incluso milagros. ¿Conoces al perro de la lotería de esta Navidad?
Hace cinco años un perrete aparentemente normal entraba en la vida de Ainhoa Lareregui. Era travieso, juguetón y muy inquieto. Lo que nadie de la casa podría sospechar es que Max acabaría siendo el perro de la lotería de la Navidad 2017. Aunque si ha llegado donde está es gracias a su capacidad de aprendizaje y sus habilidades en el adiestramiento.
El anuncio nos muestra la historia de amor entre una extraterrestre y un terrícola. Pero esta historia de amor lejos de lo común no podría suceder sin la ayuda de una particular “Celestina”. Y es que Max hace de perro callejero que se encuentra con la extraterrestre cuando esta llega a la Tierra. Desde el minuto uno ambos se hacen inseparables y es el peludo quien permite que ambos enamorados se encuentren el uno al otro.
EL PASADO DE MAX, EL PERRO DE LA LOTERÍA
Lo que muchos no saben es que el personaje de Max es un verdadero reflejo de su vida. El perro de la lotería también era un perro callejero sin hogar. Apareció en una caja de cartón a la puerta de una protectora en Sevilla con apenas unos días de vida. Una familia lo adoptó, pero lo acabó devolviendo. Tanta inestabilidad convirtió al pequeño podenco portugués en un perrete muy travieso y poco disciplinado. Pero cuando apareció Ainhoa todo cambió.
Desde el primer minuto Ainhoa supo que había mucho trabajo por hacer con Max, pero no quiso conformarse. Además de darle el calor de un hogar y cariño a raudales, comenzó con su adiestramiento. ¡A Max le había tocado el Gordo! Ainhoa pronto vio lo hábil que era memorizando órdenes y superando nuevos retos.
Max pronto se convirtió en una estrella. Aparecía en la televisión vendiendo seguros en inglés, bailando al ritmo de La Casera y en muchos otros anuncios. Fue entonces cuando se enteraron de que Amenábar estaba en busca del que se convertiría en el perro de la lotería de Navidad. Lo más curioso de todo es que la razón por la cual Max acabó siendo el elegido: ¡fue por su capacidad para bostezar!
LA HISTORIA DE MAX TAMBIÉN TIENE MILAGROS
Nuestro tierno perro del anuncio de la lotería fue una pieza clave para la recuperación de Nicolás, un niño que se encontraba en estado vegetal. A causa de la operación por un tumor cerebral, Nico, de siete años, quedó en estado vegetal durante meses. Pero el maravilloso destino hizo que el vecino de Nico fueran Max y su dueña Ainhoa.
Un día el peludo se acercó a Nicolás, le lamió los dedos y el pequeño empezó a moverse para acariciarle. «Estaba Max encima de Nicolás en su silla de ruedas y justo levantó la mano. Fue brutal porque hasta entonces no movía nada, solo los párpados«, rememora Macarena, la madre de Nicolás.
Y a ti, ¿te ha tocado el Gordo de Navidad con tu perro?
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