La leishmania en perros es una enfermedad muy seria que puede llevar a la muerte del animal si no se trata en la fase temprana. Te indicamos qué consejos seguir para detectar y evitar esta patología.
La leishmania en perros es contagiada por la picadura de un mosquito que transmite al animal este parásito. Se trata de un protozoo microscópico. El mosquito tiene mucha presencia en países latinoamericanos y en todo el territorio mediterráneo, por lo que llega a España. Las regiones más afectadas son Cataluña, Madrid, Baleares, Aragón Andalucía, Murcia Extremadura, Castillas-La Mancha y Castilla y León.
La leishmania en perros puede causar la muerte de nuestra mascota. Razón más que suficiente para que tengamos puesto un ojo en esta enfermedad y tomemos precauciones para evitar que nuestro peludo se contagie.
Sin ningún tipo de protección, nuestra mascota tiene entre un 3% y un 18% de probabilidades de contraer la enfermedad.
Según apunta la MSD Animal Health, existen factores que aumentan el riesgo de contagio. Vivir en zonas rurales y periurbanas o en regiones cálidas incrementa las posibilidades de que aparezca la enfermedad, ya que suelen ser los ambientes donde los mosquitos son más numerosos. Pero no te preocupes, con los consejos que te damos podrás evitar el contagio o, si tu perro cae enfermo, detectar la enfermedad nada más empiece a manifestarse.
1. Atento a los síntomas
La primera persona que se debe dar cuenta de que algo va a mal es el dueño/a. Es necesario familiarizarse con los síntomas para acudir al veterinário en cuanto los reconozcamos. Hay que tener en cuenta que un diagnostico y tratamiento temprano es lo que salva la vida de nuestro cuadrúpedo. Los principales síntomas son:
Caída de pelo. Se trata del primer síntoma de la enfermedad y el más fácil de reconocer a primera vista. El pelo cae especialmente alrededor de los ojos, orejas y hocico.
Pérdida de peso y apetito. Si la enfermedad continúa avanzando, el animal experimentará una pérdida de apetito que le hará perder mucho peso. Esto se debe a que le parásito ataca al estómago.
Heridas en la piel. Las lesiones cutáneas son habituales de un estado más avanzado de la leishmaniosis canina. Normalmente, las heridas aparecen en la cabeza y en las patas.
Insuficiencia renal. Este síntoma solo aparece cuando la enfermedad se ha hecho crónica y se encuentra en un estado muy avanzado.
2. Qué hacer en el veterinario
Imaginemos que hemos observado los primeros síntomas en nuestro perro. Lo primero es acudir al veterinario cuanto antes, como ya hemos dicho. Una vez allí, ¿qué deberíamos esperar? El protocolo estipula que debe tomarse una muestra de sangre del animal para llevar a cabo un análisis y confirmar la presencia del parásito. Dependiendo del estado del animal, también puede solicitarse una muestra de la médula ósea.
Si hay dudas, o el veterinario lo decide por alguna razón, también se puede extraer una muestra de tejido del ganglio linfático, Con esta muestra se llevará a cabo pruebas serológicas como el examen ELISA. Con esta prueba se buscan anticuerpos, una respuesta del organismo que confirmaría la presencia del parásito.
3. Controlar las posibles recaídas
Una vez el perro ha respondido positivamente al tratamiento, su vida puede volver a la normalidad. Pero eso no significa que todo haya acabado. Desgraciadamente, la leishmaniosis permanecerá en el organismo del animal durante el resto de su vida. Los síntomas podrían volver a manifestarse en algún momento. Si eso ocurre, hay que volver a llevar a nuestra mascota al veterinario cuanto antes.
El tratamiento solo elimina los síntomas, pero no al parásito. La posibilidad de recaída es difícil de saber. Dependerá del sistema inmune del animal, de su calidad de vida, de si vuelve a ser picado por otro mosquito infectado… La verdad es que es casi imposible de saber. Lo mejor sería llevar un control anual de este parásito, como te explicamos en los dos siguientes puntos.
4. Conoce los kits rápidos para vigilar la leishmaniosis
En las zonas endémicas de esta enfermedad, existen kits rápidos para controlar el parásito. Con una muestra de sangre es posible conocer si ha habido un posible contagio o si la enfermedad se encuentra en un estado temprano.
5. Visitas anuales al veterinario
Tanto si el perro está sano como si ha sido infectado anteriormente, lo recomendable es llevarlo a revisiones médicas, al menos, una vez al año. De esta manera, se puede detectar la enfermedad o un repunte de la misma aunque no se hayan manifestado los síntomas. Detectar la leishmaniosis en un chequeo rutinario reduce mucho las posibilidades de muerte.
6. Piensa en vacunarlo
Sí, existe vacuna contra la leishmaniosis en perros. Según indica la MSD Animal Health, esta inyección tiene un alto nivel de eficacia. Antes de nada, debes saber que la vacuna solo protege a tu peludo durante un año, y que es necesario la revacunación anual para mantener la inmunidad. En España, el precio de la vacuna se encuentra entre los 32 y 54 euros.
7. Otros productos para proteger a los peludos
Además de la vacuna, existen productos que ofrecen hasta un 95% de protección frente a una infección de este parásito. Se comercializan en forma de Sparays, pipetas y collares. No son 100% eficaces, pero desde luego que son mucho mejor que nada.
8. Ten en cuenta la época del año
Obviamente, la leishmaniosis tiene más posibilidad de propagarse en la época de mosquitos. En los países cálidos como España, esta suele ser entre mayo y octubre. Los expertos recomiendan mantener al perro en casa desde el atardecer hasta el amanecer durante estas fechas, además de utilizar mosquiteras en el hogar.