Los cachorros son muy monos, pero su cuidado también puede ser todo un desafío, especialmente para los papis primerizos. Os dejamos nuestra pequeña guía de cuidados para la primera semana del cachorro y el papel que puede jugar la guardería.
Hay mucho que hacer cuando tenemos un cachorro en casa. Además de darles amor y mantenerlos seguros, también está la responsabilidad de hacer que se desarrolle de manera adecuada, tanto su socialización como su educación básica y qué papel juega la guardería en esto. Traer a casa un cachorro es un gran compromiso, pero no tiene por qué ser complicado.
Basándonos en nuestra experiencia y en la de nuestros compañeros del servicio de alojamiento y de la guardería canina de Snau, que están acostumbrados a cuidar a perros de todas las edades, hemos configurado esta pequeña guía para hacer que el cuidado de vuestro cachorro sea más fácil.
Prepara la casa
Antes de que el perrito llegue a la casa debemos haber comprado varias cosas y haber acomodado un poco el hogar para el recibimiento del cachorro. Te aconsejamos que te hagas con una compuerta para bebés. Son esas barreras que se instalan fácilmente en un rincón de la casa para evitar que el pequeño se escape. Pues eso es lo mismo que puedes hacer con tu cachorro. De esta manera, crearás una zona segura para el animal y tú también estarás más tranquilo.
Compra algunos juguetes para cachorros que valgan para ser mordidos. Aunque depende de la edad del cachorro, es normal que le estén saliendo los dientes y que quiera morder todo lo que encuentre a su paso para aliviar el dolor que eso produce.
Evita mordedores de cuero crudo. Pueden suponer peligros de asfixia y problemas en el estómago.
Que no se te olvide comprar un arnés y una correa. Nunca uses un collar de estrangulación, un collar de clavija o un collar electrónico. Evite también las correas retráctiles. También es útil hacerse con un limpiador enzimático para eliminar las manchas que seguro van a dejar las necesidades de tu cachorro. El pobre aún no tiene educación y se lo va a hacer en cualquier parte.
Hazte también con algunas golosinas. Te recomendamos que contengan pechuga de pollo, hotdog, pavo u otra carne magra o queso.
Consigue un collar, etiquetas de identificación y el microchip
Incluso si su cachorro es demasiado joven para salir cuando lo llevas a casa por primera vez, asegúrate de que tener una identificación adecuada desde el primer día. Esto es importante en caso de emergencias. Muchas tiendas de artículos para mascotas ofrecen etiquetas de identificación. Incluso puedes comprar algún collar con identificación que sea muy fashion. Asegúrate de que la etiqueta tenga la siguiente información:
- Nombre del perro y tu apellido.
- Dirección.
- Número de teléfono.
- Tu correo electrónico.
Si hay espacio en la etiqueta, es posible que también puedas incluir el número de teléfono de su veterinario. Y hablando de veterinarios, pide una cita para que le pongan el microchip al cachorro. No olvides registrar en el chip toda la información de contacto que hemos descrito arriba.
Comenzar el adiestramiento
El objetivo del adiestramiento en cachorros en enseñarles los «modales básicos». Es decir, obedecer cuando se le llame y no hacer sus cosas donde le dé la gana. Además de las clases, también puedes hacer una serie de acciones para ir educando a tu cachorro.
Lo primero, aunque suene duro, es enseñarle a estar solo. Sé que acabas de traer a tu cachorro a casa y lo último que quieres hacer es alejarte de esa cálida bola peluda, pero que aprenda a estar solo es crucial para su futuro. Cuando tu cachorro llega a casa por primera vez, es posible que nunca haya estado solo en su vida.
Dejarlo solo en períodos cortos de tiempo el primer día puede ayudarle a ver que no pasa nada por estar solo un rato. Coloca a tu cachorro en su espacio de confinamiento durante 5 minutos y sal de la casa. Déjale un juguete y algunas golosinas antes de salir. Espera que haya quejas o ladridos, eso es normal. Cuando pare puedes volver a la casa.
No deberías regresar cuando el perro ladre o gima. De esta manera pueden pensar que llorar hace que vuelvas. Después de haberte ido por 5 minutos, prueba 10 minutos, 20 minutos, 40 minutos….
Acostúmbrale al tacto
Tu cachorro tendrá varias visitas al veterinario en los primeros meses de vida. Algunos perros se sienten incómodos cuando el veterinario les manipula. Para eso, es buena idea acostumbrarle a cierto contacto menso cómodos. Con un arsenal de golosinas a su lado, toca las orejas del cachorro, ábrele la boca, sostén sus patas y levántale la cola. Cada vez que toque una de estas áreas recompénsale con una golosina.
Si tu cachorro muestra signos de incomodidad ante el contacto humano, toca su cuerpo más despacio.
Sociabiliza a tu cachorro
La socialización es probablemente el trabajo más importante que tienes como padre o madre del cachorro. Incluso si tu cachorro no está vacunado y no puede caminar demasiado, es esencial que lo presentes al mundo, aunque sea llevándolo en brazos o en una bolsa.
Puedes recompensarle cuando algún extraño le salude, pero no le presiones demasiado rápido. El objetivo es que el cachorro forme asociaciones positivas con nuevas vistas y sonidos en lugar de asustarse por ellos. Si no está vacunado, no le permitas saludar a perros desconocidos.
Una vez vacunado, una de las mejores formas de socializar es acudir a una Guardería para Perros.
Algunas señales importantes de socialización incluyen:
- Paseos en el coche.
- El ruido del tráfico y los autobuses.
- Oscuridad y lluvia.
- Niños de todas las edades.
- Gente en monopatines y bicicletas.
- Personas mayores o discapacitadas en silla de ruedas, con andadores o con muletas.
Presenta a tu perro el arnés y la correa.
Los cachorros no tienen idea de qué es un arnés o una correa. Muestra el arnés al cachorro y recompénsale con una golosina. Repite esto hasta que estén felices por ver el arnés. Luego podrás ponérselo y retirarlo a la vez que le recompensas de nuevo. De esta manera, asociará el arnés y el hecho de ponérselo con una sensación feliz.
Este método es recomendado para los perros que sean conflictivos a la hora de ponerse su collar para pasear, o que sean muy revoltosos y nerviosos y dificulten colocarle el arnés. Pon la correa en el arnés una vez que el perro lo tenga puesto.
Lleva a tu pequeño con otros cachorros
A pesar de que su cachorro no podrá interactuar con la mayoría de los perros hasta que estén totalmente vacunados, después de su segunda ronda de vacunas (generalmente alrededor de las 10 a 12 semanas de edad) sí pueden asistir a eventos sociales con otros cachorros. Busque un grupo de juego dirigido por un adiestrador de perros para que tanto tú como el cachorro aprendáis a identificar las buenas interacciones y aquellas que son «exageradas».
Entrena lo básico
Nunca es demasiado temprano para que el cachorro comience a aprender acciones básicas como sentarse o acostarse. Cuanto antes comience a recibir este aprendizaje, más rápido se convertirá en algo natural para él. Para esto se puede buscar ayuda de profesionales, como el equipo de adiestradores de Snau.
La guardería en la sociabilización del cachorro
La socialización no es un proyecto de «todo o nada». Puedes socializar a un cachorro un poco, mucho o muchísimo. Cuanto más amplio sea el rango de experiencias a las que lo expongas, mejores serán sus posibilidades de sentirse cómodo en una amplia variedad de situaciones como adulto.
Ahí es donde juega un papel crucial la guardería perruna. En centros como el de Snau, existen actividades y espacios para que los perretes jueguen entre ellos y se relacionen. De esta manera, el animal empieza a ver como normal estar rodeado de humanos y otros perros.
¿Qué pasa durante la guardería? Tu perro se queda con nuestros compañeros de la guardería con los que juegan, además de disfrutar de la compañía de otros perros, juguetes estimulantes, golosinas saludables, descanso relajante y refuerzo de su educación. La guardería es muy divertida para los perros.
Si te da miedo que tu perro o cachorro pueda asustarse por la presencia de otros animales, debes sabes que no todos los perros acaban juntos. Los perros se suelen agrupar por tamaño, estilo de juego y niveles de energía para garantizar que tu perro aproveche al máximo la guardería. El personal, calificado y atento, está en el centro en todo momento para supervisar y gestionar la diversión. Al final de las sesiones, los perros se van a casa felices, cansados, relajados y mejor socializados.