ENFERMEDADES EN CACHORROS: Aprende a detectarlas y prevenirlas


enfermedades en cachorros

Los cachorros son especialmente sensibles a las enfermedades. No debe ser una gran preocupación si se toman las precauciones adecuadas. Te contamos a continuación todo lo que necesitas saber.

Las enfermedades en cachorros es una de las principales preocupaciones de los dueños. El veterinario será, una vez más, el principal aliado para que el perro goce de una salud plena durante su periodo de crecimiento. Las vacunas, las revisiones, la protección contra parásitos y no sacarlo a pasear durante los primeros meses de vida son los mejores consejos que te podemos dar, pero como humanos amantes de los perros que somos, nos vamos a meter más en profundidad en las posibles enfermedades en cachorros.

Vómitos

Empezamos con una patología muy común, ya que que un cachorro vomite no significa que le esté pasando algo malo. Lo más normal es que el perro vomite para eliminar alguna sustancia que daña su organismo. No es malo si sucede de manera esporádica. Si, además, el animal sigue comiendo con normalidad, casi seguro que no tiene ningún problema serio de salud.

La cosa cambia si los vómitos se vuelven el pan nuestro de cada día, y más aún si nuestra mascota pierde el apetito. En este caso podría tratarse de alguna infección vírica, una reacción alérgica a algún alimento o que tiene parásitos intestinales. Si tu cachorro vomita demasiado, deja de alimentarlo y llévalo al veterinario. Un experto lo estudiará y dará con el diagnóstico.

Diarrea

Continuamos con otro mal estar que, en principio, no debería de preocuparte demasiado a menos que se vuelva muy común. Una diarrea continua puede ser consecuencia de alguna enfermedad seria. Sí debemos de tomarnos enserio la diarrea de nuestro cachorro si, además, el animal muestra temblores, fiebre o apatía.

Para la diarrea común suele venir bien un ayuno de varias horas para pasar luego a una dieta blanda sin apenas grasas. Existen dietas diseñadas por veterinarios para estos casos, basadas en hidratos y proteínas. Deben pasar de cuatro a cinco días antes de volver a la dieta normal de pienso.

Ascaridiosis

Nos metemos en materia más seria. Se trata de una infección parasitaria muy contagiosa entre animales y animal-humano. Un cachorro puede infectarse al tragar algún alimento que contenga huevos de este parásito, o al beber agua que esté contaminada.

Los primeros síntomas son tos y diarrea. Si el parásito continúan en el organismo durante más tiempo, los síntomas pueden degenerar a distensión, dolor abdominal, problemas de crecimiento y pérdida de peso.

En casos extremos, la enfermedad puede derivar a una complicación respiratoria, como la neumonía. El parásito puede instalarse en el intestino, en los pulmones en el hígado u otros órganos. 

Parvovirus

Este virus es uno de los principales temores de muchos dueños/as de cachorros. Es la infección vírica de tipo gastrointestinal más severa que puede padecer un cachorro. Gracias a las vacunas, es muy poco probable que un perro adulto pueda padecerla. Los síntomas más notables son la fiebre, los vómitos espumosos, la falta de apetito, la diarrea con o sin sangre.

El problema de este virus es que es muy resistente, de modo que puede mantenerse con vida durante largos periodos de tiempo en el exterior, a la espera de invadir un organismo. Si un cachorro huele unas heces infectadas con este virus, es muy probable que se contagie. Por eso decíamos al principio de este post que lo más adecuado es no sacar a pasear a tu cachorro durante los primeros meses de vida, hasta que esté completamente vacunado.

Moquillo canino

Esta enfermedad es muy conocida entre los que estamos acostumbrados a tratar con peludos. El moquillo canino es causado también por un virus que, como dato curioso, es primo del virus del sarampión. La patología se transmite con facilidad de un perro a otro, de hecho, un perro infectado puede contagiar a otros de su especie durante meses, por lo que es una de las enfermedades más temidas en los refugios.

La hipertermia, la conjuntivitis, tos y las secreciones nasales y oculares son los síntomas principales, aunque también se pueden manifestar vómitos, diarrea y síntomas nerviosos. En un estado más avanzado, el perro puede presentar convulsiones e incontinencia.

La hepatitis

Sí, por si acaso no lo sabíais, la hepatitis afecta especialmente a los cachorros. La ingesta de un medicamento o de algún tóxico puede inflamar su hígado y causarle una hepatitis común. Además de esto, el adenovirus canino tipo 1 puede provocarle también esta enfermedad, pero en una modalidad más grave y los animales suelen morir. ¡Pero todo el mundo tranquilo!, no se puede decir que sea una enfermedad muy común.

Lombrices intestinales

Aunque menos preocupante, las lombrices intestinales suelen ser un problema frecuente en los cachorros. Contraer estos parásitos es muy fácil para los perretes pequeños, ya que lo muerden y lo chupan todo y su sistema inmune es aún inmaduro. Los síntomas principales sueles ser la inflamación intestinal y diarrea.

Lo peor de que tu perro tenga lombrices es que estas le roban nutrientes, lo que conlleva desnutrición, adelgazamiento, pérdida del brillo del pelaje e, incluso, pérdida de pelo. Si el cachorro tiene una infección por lombrices, es muy posible que estas aparezcan en las heces.

Aunque algunas de estas enfermedades son verdaderamente alarmantes, se pueden prevenir cumpliendo con el calendario de vacunas y utilizando productos para prevenir la presencia de parásitos, como las pipetas o los collares.